Aunque tenga una verruga con cuatro pelos y medio en su cara, no siempre ha sido una bruja. Antes de serlo, tuvo que realizar varios trabajos que no fueron del todo de su agrado, como ser dependienta de una oficina del alquiler de paraguas para zurdos o empleada en un hotel para gatos de señoras ricas...
Una divertidísima historia de José Carlos Román, acompañada de las fabulosas ilustraciones de Blanca Millán. Ideal para jóvenes lectores, a partir de 7/8 años.